24 mayo 2009

El diccionario de los sentires: Relacionarse

El arte de relacionarse se asimila al modo en que aman las personas ciegas: Abren sus manos; experimentan todo el rostro para conocerlo (sus pliegues, su contorno); lo acarician.

El sentido del tacto observa y aprende todo lo que la vista no puede: citando a Saramago, aquella espuma que fluctúa por debajo de la superficie. Estos mínimos esbozos, que parecen inferir a tientas, invisten la vida de premodernidad.

Las relaciones humanas son más sentidas y tienden al riesgo cuanto más se sesga un sentido y más se desarrolla otro. Lejos de los átomos y cerca de las pinceladas, tocarte se parece a lo perfecto de lo imperfecto. Aunque no te vea.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

cada vez escribes mejor nene

Maximiliano dijo...

Anonimo:
Gracias. Los viajes en subte tienen ese efecto...

Caroline dijo...

Yo escribo en el reverso del boleto del San Martín, pero como es papel de fax... se borra.
¿Será por eso que veces elijo decir las cosas en lugar de asentarlas sobre renglones imaginarios?...