20 diciembre 2005

Incomunicación: Un muro entre los dos

Me lo cruzo en todos lados. Una de mis ultimas pesadillas me ubica enterrado bajo una montaña compuesta por su presencia. Es mascota de diferentes dueños, aunque me pregunto ¿quién es el verdadero amo?. Comenzó como privilegio de unos pocos y se fue convirtiendo en plaga. Hoy vive con uno, vive con todos.
Te observan algunos, asombrados tras las vidrieras. Te anhelan por un tiempo, después te dejan. Sos perentorio, reemplazable. Te meten los cuernos, aunque en ocasiones conseguís otra pareja y poco te importa. Llenarás aspectos de su vida, y hasta su vida completa, pero sabelo: No sos para siempre.
Estás en todos lados y en ninguna parte: durante el día te vestís de gris plateado y al esconderse el sol te ponés tu mejor vestido azul para brillar en la fría luminosidad nocturna. Podrías ser otorrinolaringólogo o solo otorrino, aunque la tecnología busca que de a poco no asumas esa función. Esos nuevos genios que creen que estás cansado de vivir al lado de un oído y quieren reemplazar 'la oreja colorada que te pica' tan folklórica de cada uno de tus amos.
Acaso curás? O preocupás? Guardás recuerdos que solo los ojos o la sensible memoria deberían y sos un cantante y todos los cantantes al mismo tiempo, de acuerdo a tu amante furtivo.
Un otro yo amigo ha dejado entrever que naciste en el infierno. No, no me caés bien. Si, ayudas y juntás, por que negarlo? Pero a otros nos dejás afuera...
Vos sabés. Lo nuestro jamás va a funcionar. Yo no se escribir mensajitos de texto.

No hay comentarios.: