28 marzo 2007

Pasaje a lo desconocido: Tengo miedo, nene!

Segun los estudios de Piaget, todo aquello que sucede en la vida de los niños, en el espacio que va desde los 3 años al nacimiento (tomándolo en reversa) suele borrarse de la memoria o quizás (debería retomar los apuntes) queda signado a un sector inaccesible de la misma. Pasada esa edad, todo lo vivido está disponible en aquél enorme armario, con mayor o menor facilidad, donde coleccionamos los momentos de nuestro camino.
Recuerdo, que, tendría yo 6 o 7 años, los domingos en la noche, solía contar con importantes problemas para conciliar el sueño, creyendo que la solución imperiosa era dormirme temprano. Ni bien las estrellas abrían el telón de la noche, 8, 8.30 de la noche, bajaba hacia la casa de mi abuela y deseaba acostarme en su cama y junto a las luces semi-apagadas, velador fondo verde con flores, colocaba la radio bajo la almohada, e intentaba concentrarme para dormir, escuchando los resultados deportivos en Radio Rivadavia, que Racing no gana, que Estudiantes empata.
No sé si era el temor de no despertarme al día siguiente aquello que me hacía cambiar mi cama por un día, no mis horarios por un día (a esas alturas de mi infancia solía irme a la cama temprano, cosa impensada hoy en día). Asumo que para ese entonces, también hacía la tarea en la manera que me enseñó mi mamá, que me ayudaba, y que me gustaría decirle a mis niños cuando los tenga: 'temprano y no a última hora' como ocurriría en el resto de mi carrera académica, peleando con el descontento en la secundaria y la adrenalina y falta de constancia en la universidad.
Después en la transcurso de la existencia, surgieron miles de miedos, de los cuales muchas personas con las que me he encontrado en el camino han sabido que pienso, que siento, que necesito, que quiero o tal vez no. Mi miedo más urgente, el que esta empezando ahora, cambia de bandera una vez más. Estando en el mismo país, es probar el shampoo y la crema de enjuague o mejor aún el agua y el aceite, el 2 en 1 o diría yo el 1+1 no siempre es 2, es mudarme a Québec, la provincia francoparlante de Canadá.
Es conocer la que es hasta ahora, sin habitarla, la ciudad que desde hace tiempo le pelea a Mi Buenos Aires querido el puesto del que podria llegar a ser 'un lugar en el mundo': Montréal. Hay una publicidad de Nextel que siempre me dejó pensando, y se llama Lejos. Muchas veces he entrado en la discusión de que es un lugar en el mundo, una casa, un hogar, el pico de la montaña o lo poquitito más cerca que puede estar la Luna con una nave espacial. Todavía quiero vivir lugares y mirarlos con ojos de niño. En ocasiones puedo, las más me cuesta. Hoy cuando me puse a localizar sus barrios, su geografía, su mapa sin aún territorio, sus palabras en francés, me dio un poquititito de miedo. Quise escuchar la radio, pero no encontré Radio Rivadavia en el dial, no se que hay en AM 630. Recordé incluso cómo me respondía Lulú antes de un examen: "Tengo miedo nene", frase de Alejandro Apo, comentarista de Radio Continental, que nunca escucharía, que pronunciaba esto cada vez que atacaba el equipo contrario.
Creo hoy quem viendo lo que se viene, la mejor defensa es el ataque. Por eso si bien extraño horrores jugar al Winning Eleven y despachar mis estrategias futbolísticas en el campo de la Playstation II junto a un 3-5-2 de la República Checa, mi equipo, hoy salí a plantear todo diferente. Abrí un mapa de sus barrios, de su bandera de flor de lis sobre fondo azul. De sus calles y sus estaciones de metro, con nombres en francés. De sus lugares, de sus calles que ya tengo ganas de pisar.
Es el desafío que estoy esperando y que cuando el 28 de abril en la noche tenga que subirme al avión, también con las luces semiapagadas, producirá un cambio otra vez más. Le tengo temor a las expectativas, pero que las tengo, las tengo. Oui, j'ai peur, garçon, j'ai peur, mais c'est quelquechose trés jolie!...
Hoy me siento un nene chiquitito de nuevo, pero con ojos de niño pura sensación yo lo veo...

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